Puncion , metodo , materiales y riesgos.
¿Que es la punción de medula ósea?
Se trata de una prueba médica mínimamente invasiva
que permite estudiar la medula ósea. La medula ósea es un tejido situado en el
interior de algunos huesos en los adultos cuya finalidad básica es la
fabricación de las células sanguíneas. Habitualmente, se llaman células
sanguíneas a los leucocitos (glóbulos blancos), hematíes (glóbulos rojos o
eritrocitos) y plaquetas (o trombocitos).
¿Que tipos de estudio se pueden realizar?
Los estudios básicos que se pueden realizar son un
estudio citológico (punción-aspirado, medulograma) y/o un estudio histológico
(biopsia de cilindro medular).
El material líquido obtenido se puede someter a múltiples
estudios según requiera la situación patológica que ha llevado a la realización
de la prueba. Hoy en día, estos estudios especiales son prácticamente
imprescindibles para la tipificación de muchas enfermedades que afectan a la
medula ósea. El inmunofenotipo o estudio mediante citometría de flujo, los
estudios citogenéticos (cariotipos, FISH), los cultivos celulares, los estudios
moleculares de genes específicos y los cultivos microbiológicos son algunos de
estos estudios especiales frecuentemente realizados con el material medular
extraído.
El estudio citológico se realiza sobre una gota (copos)
del material obtenido extendida en un portaobjetos y teñido mediante colorantes
específicos que nos permitirán identificar observando bajo el microscopio las
características y linaje de las células normales y patológicas existentes en la
medula ósea. El uso de diferentes tipos de colorantes y técnicas, (Ej:
tinciones de Wright, mieloperoxidasas) permite distinguir mejor algunas
estirpes de células. La realización de varias tinciones permitirá afinar el
diagnóstico.
El estudio histológico se realiza sobre un fragmento de
hueso una vez descalcificado. Se obtienen mediante cortes múltiples muy finos
unas laminillas que se fijan en un portaobjetos y se tiñen de forma similar a
las preparaciones anteriores. En el estudio microscópico histológico, se puede
identificar la situación de las diferentes poblaciones de células de la medula
ósea normales y patológicas respecto a las trabéculas óseas.
¿Dónde se realiza la punción?
Habitualmente se realiza en el mango o cuerpo del esternón
en los estudios únicamente citológicos (punción-aspiración).
El estudio histológico requiere la punción de la cresta
ilíaca habitualmente la posterior, si bien no es infrecuente la punción en
cresta ilíaca anterior.
¿Quién realiza la punción de medula ósea?
En España, prácticamente siempre la realiza un médico
entrenado para ello, que habitualmente es un hematólogo (especialista en
Hematología y Hemoterapia) asistido por una enfermera o técnico.
¿Que material es preciso?
Se requiere anestésico local (Lidocaína, mepivacaína),
jeringas habitualmente de 2 y 10 ml, agujas subcutánea e intramuscular, gasas,
paño estéril, portaobjetos, pinzas, bisturí, tubos con anticoagulante (bien
EDTA ó heparina) para estudios especiales, trocar de aspirado o biopsia según
se vaya a proceder y apósitos.
¿Cómo se realiza la punción?
Previamente es preciso preguntar acerca de alergias a
anestésicos locales, similares a los utilizados por los dentistas. El paciente
se coloca tumbado, boca abajo si la punción va ser realizada en cresta ilíaca
posterior (CIP) o bien boca arriba si va a realizarse en esternón o cresta
ilíaca anterior (CIA).
Se pincela la zona de punción con antiséptico,
habitualmente povidona yodada. Se coloca un campo quirúrgico estéril. El médico
con guantes estériles localiza la zona de punción e inyecta de forma lenta
comprobando que no está en vena y con aguja estéril de un solo uso el
anestésico local, habitualmente mepivacaina al 2% en la piel y en profundidad
hasta la parte más externa del hueso.
Posteriormente, se introduce el trócar de aspiración con
el fiador puesto hasta la cavidad medular. Una vez en ella, se retira el
fiador. Se procede a colocar la jeringa en el cono del trocar destinado a ello
y aspirar la sangre medular entre 3-5 ml según los estudios a realizar.
En el caso de la biopsia, se procede del mismo modo con
el trócar de biopsia, una vez retirado el fiador se tapa el orificio del trocar
y se introduce aproximadamente 1-2 cm, realizando movimientos laterales para
desprender el cilindro situado dentro del trócar. A continuación se extrae el
trócar y se saca el cilindro quitando el tapón y empujando con una varilla
desde la punta del trocar para arrastrar el cilindro hasta que sale por el otro
extremo. El cilindro se introduce en soluciones especiales que permitan su
adecuada conservación y descalcificación.
Biopsia de médula ósea
Nombres
alternativos
Estudio de médula ósea.
Definición
Prueba diagnóstica invasiva
que consiste en la extracción de un pequeño fragmento de hueso que contiene en
su interior una pequeña cantidad de médula ósea mediante el uso de aguja de
biopsia (aguja gruesa de bordes afilados que contiene una guía en su interior).
La médula ósea es un
componente líquido del tejido óseo que se encuentra en los huesos planos del
cuerpo (como el hueso ilíaco o el esternón) encargada de fabricar los tres
elementos básicos de la sangre: glóbulos rojos (hematíes), glóbulos blancos
(leucocitos) y plaquetas.
Si en lugar de un fragmento de
hueso rico en médula ósea, obtenemos únicamente una pequeña cantidad de médula
ósea, hablamos de aspirado de médula ósea.
Cómo se realiza el
estudio
El estudio puede realizarse de
forma ambulatoria habitualmente en salas de quirófano del centro médico u
hospital por personal especializado.
El paciente permanece tumbado
boca arriba (si la biopsia se toma del esternón) o boca abajo o de lado (si la
biopsia se toma del hueso ilíaco). El médico realiza una desinfección cuidadosa
de la zona de piel sobre la que se realizará la biopsia. Posteriormente inyectará
una pequeña cantidad de anestésico local y procederá a la inserción de la aguja
de biopsia hasta llegar al hueso, retirará la guía contenida en su interior y
procederá al aspirado de la médula ósea con la ayuda de una jeringuilla o bien
a la toma de la biopsia de médula ósea realizando diferentes movimientos
rotatorios con la aguja hasta que un fragmento ósea quede depositado en su
interior.
El contenido aspirado o
biopsiado se colocará sobre un medio adecuado y será enviado al laboratorio
para su estudio posterior.
El estudio suele durar 10-15
minutos.
Preparación para
el estudio
El estudio no requiere de
preparación previa.
El paciente deberá evitar la
toma de aspirina o de antiinflamatorios los días previos al estudio, así mismo
deberá informar a su médico si tiene problemas de coagulación de la sangre o si
se encuentra realizando tratamiento con anticoagulantes antes de la realización
del estudio.
Qué se siente
durante el estudio
El estudio es molesto y en
algunas ocasiones doloroso para el paciente, pero en la mayoría de los casos es
tolerable.
Puede sentirse un pinchazo y
sensación de quemazón al inyectar el anestésico local.
En algunos casos el médico
deberá realizar una fuerte presión al introducir la aguja de biopsia.
El paciente puede sentir un dolor
agudo, sordo y momentáneo cuando la aguja atraviesa el hueso (ya que éste no
puede ser anestesiado).
Puede administrarse un sedante
al paciente para una mejor tolerancia del procedimiento.
Después del procedimiento el
paciente puede experimentar cierto dolor de la zona que generalmente cede en
las horas siguientes con la ayuda de analgésicos habituales.
Riesgos del
estudio
· Hematoma
local en la zona de la punción
· Sangrado
en la zona de punción
· Infección
local o del hueso biopsiado (poco frecuente en condiciones de asepsia)
Contraindicaciones
El paciente debe informar a su
médico antes de realizar el estudio en caso de:
· Problemas
de coagulación de la sangre
· Toma
de medicación, especialmente de anticoagulantes orales o subcutáneos.
Razones por las
que se realiza el estudio
Tanto la biopsia como el
aspirado de la médula ósea son pruebas diagnósticas ampliamente conocidas y
utilizadas en el campo de la Medicina ya que aporta información objetiva muy
valiosa para el médico.
Al ser una prueba invasiva, no
se realiza como prueba de screening y se reserva para casos muy seleccionados
de pacientes con enfermedades de la sangre en los que se sospecha que la médula
ósea está afectada como anemias de causa no conocida, tumores de la sangre,
metástasis de otros tumores o infecciones severas, entre otras.
Permite decidir diferentes
opciones de tratamiento para las diferentes enfermedades de la sangre en
función de los resultados obtenidos.
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