Es la disminución
del número de glóbulos rojos o de la cantidad de hemoglobina de la sangre. Los
glóbulos rojos o eritrocitos son células capaces de transportar oxígeno a los
tejidos; por ello, cuando están reducidos se produce un déficit de aporte de
oxígeno a las células, provocando síntomas diversos. Los eritrocitos se forman
en la médula ósea pasando después a la corriente sanguínea donde vivirán unos
120 días. Pasado este tiempo y en condiciones normales, los eritrocitos
comienzan a deteriorarse y son captados por el bazo donde se destruyen.
Los valores
críticos en el número de hematíes o en la cantidad de hemoglobina a partir de
los cuales se habla de anemia varían en función del sexo y la edad
principalmente. En términos generales, se considera anemia en los varones a una
cifra de glóbulos rojos por debajo de 4. 500.000 por microlitro o una cantidad
de hemoglobina menor de 14 gr/dl. En mujeres se considera anemia cuando los
hematíes son menor de 4.000.000/mcrl y hemoglobina menor de 12 gr/dl.
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