miércoles, 28 de noviembre de 2012

Estudios de la Médula Ósea

Puncion , metodo , materiales y riesgos.
 
¿Que es la punción de medula ósea?
Se trata de una prueba médica  mínimamente invasiva que permite estudiar la medula ósea. La medula ósea es un tejido situado en el interior de algunos huesos en los adultos cuya finalidad básica es la fabricación de las células sanguíneas. Habitualmente, se llaman células sanguíneas a los leucocitos (glóbulos blancos), hematíes (glóbulos rojos o eritrocitos) y plaquetas (o trombocitos).

¿Que tipos de estudio se pueden realizar?
Los estudios básicos que se pueden realizar son un estudio citológico (punción-aspirado, medulograma) y/o un estudio histológico (biopsia de cilindro medular).
El material líquido obtenido se puede someter a múltiples estudios según requiera la situación patológica que ha llevado a la realización de la prueba. Hoy en día, estos estudios especiales son prácticamente imprescindibles para la tipificación de muchas enfermedades que afectan a la medula ósea. El  inmunofenotipo o estudio mediante citometría de flujo, los estudios citogenéticos (cariotipos, FISH), los cultivos celulares, los estudios moleculares de genes específicos y los cultivos microbiológicos son algunos de estos estudios especiales frecuentemente realizados con el material medular extraído.
El estudio citológico se realiza sobre una gota (copos) del material obtenido extendida en un portaobjetos y teñido mediante colorantes específicos que nos permitirán identificar observando bajo el microscopio las características y linaje de las células normales y patológicas existentes en la medula ósea. El uso de diferentes tipos de colorantes y técnicas, (Ej: tinciones de Wright, mieloperoxidasas) permite distinguir mejor algunas estirpes de células. La realización de varias tinciones permitirá afinar el diagnóstico.
El estudio histológico se realiza sobre un fragmento de hueso una vez descalcificado. Se obtienen mediante cortes múltiples muy finos unas laminillas que se fijan en un portaobjetos y se tiñen de forma similar a las preparaciones anteriores. En el estudio microscópico histológico, se puede identificar la situación de las diferentes poblaciones de células de la medula ósea normales y patológicas respecto a las trabéculas óseas.

¿Dónde se realiza la punción?
Habitualmente se realiza en el mango o cuerpo del esternón en los estudios únicamente citológicos (punción-aspiración).
El estudio histológico requiere la punción de la cresta ilíaca habitualmente la posterior, si bien no es infrecuente la punción en cresta ilíaca anterior.

¿Quién realiza la punción de medula ósea?
En España, prácticamente siempre la realiza un médico entrenado para ello, que habitualmente es un hematólogo (especialista en Hematología y Hemoterapia) asistido por una enfermera o técnico.

¿Que material es preciso?
Se requiere anestésico local (Lidocaína, mepivacaína), jeringas habitualmente de 2 y 10 ml, agujas subcutánea e intramuscular, gasas, paño estéril, portaobjetos, pinzas, bisturí, tubos con anticoagulante (bien EDTA ó heparina) para estudios especiales, trocar de aspirado o biopsia según se vaya a proceder y apósitos.

¿Cómo se realiza la punción?
Previamente es preciso preguntar acerca de alergias a anestésicos locales, similares a los utilizados por los dentistas. El paciente se coloca tumbado, boca abajo si la punción va ser realizada en cresta ilíaca posterior (CIP) o bien boca arriba si va a realizarse en esternón o cresta ilíaca anterior (CIA).
Se pincela la zona de punción con antiséptico, habitualmente povidona yodada. Se coloca un campo quirúrgico estéril. El médico con guantes estériles localiza la zona de punción e inyecta de forma lenta comprobando que no está en vena y con aguja estéril de un solo uso el  anestésico local, habitualmente mepivacaina al 2% en la piel y en profundidad hasta la parte más externa del hueso.
Posteriormente, se introduce el trócar de aspiración con el fiador puesto hasta la cavidad medular. Una vez en ella, se retira el fiador. Se procede a colocar la jeringa en el cono del trocar destinado a ello y aspirar la sangre medular entre 3-5 ml según los estudios a realizar.
En el caso de la biopsia, se procede del mismo modo con el trócar de biopsia, una vez retirado el fiador se tapa el orificio del trocar y se introduce aproximadamente 1-2 cm, realizando movimientos laterales para desprender el cilindro situado dentro del trócar. A continuación se extrae el trócar y se saca el cilindro quitando el tapón y empujando con una varilla desde la punta del trocar para arrastrar el cilindro hasta que sale por el otro extremo. El cilindro se introduce en soluciones especiales que permitan su adecuada conservación y descalcificación.

Biopsia de médula ósea
Nombres alternativos
Estudio de médula ósea.
Definición
Prueba diagnóstica invasiva que consiste en la extracción de un pequeño fragmento de hueso que contiene en su interior una pequeña cantidad de médula ósea mediante el uso de aguja de biopsia (aguja gruesa de bordes afilados que contiene una guía en su interior).
La médula ósea es un componente líquido del tejido óseo que se encuentra en los huesos planos del cuerpo (como el hueso ilíaco o el esternón) encargada de fabricar los tres elementos básicos de la sangre: glóbulos rojos (hematíes), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas.
Si en lugar de un fragmento de hueso rico en médula ósea, obtenemos únicamente una pequeña cantidad de médula ósea, hablamos de aspirado de médula ósea.

Cómo se realiza el estudio
El estudio puede realizarse de forma ambulatoria habitualmente en salas de quirófano del centro médico u hospital por personal especializado.
El paciente permanece tumbado boca arriba (si la biopsia se toma del esternón) o boca abajo o de lado (si la biopsia se toma del hueso ilíaco). El médico realiza una desinfección cuidadosa de la zona de piel sobre la que se realizará la biopsia. Posteriormente inyectará una pequeña cantidad de anestésico local y procederá a la inserción de la aguja de biopsia hasta llegar al hueso, retirará la guía contenida en su interior y procederá al aspirado de la médula ósea con la ayuda de una jeringuilla o bien a la toma de la biopsia de médula ósea realizando diferentes movimientos rotatorios con la aguja hasta que un fragmento ósea quede depositado en su interior.
El contenido aspirado o biopsiado se colocará sobre un medio adecuado y será enviado al laboratorio para su estudio posterior.
El estudio suele durar 10-15 minutos.

Preparación para el estudio
El estudio no requiere de preparación previa.
El paciente deberá evitar la toma de aspirina o de antiinflamatorios los días previos al estudio, así mismo deberá informar a su médico si tiene problemas de coagulación de la sangre o si se encuentra realizando tratamiento con anticoagulantes antes de la realización del estudio.

Qué se siente durante el estudio
El estudio es molesto y en algunas ocasiones doloroso para el paciente, pero en la mayoría de los casos es tolerable.
Puede sentirse un pinchazo y sensación de quemazón al inyectar el anestésico local.
En algunos casos el médico deberá realizar una fuerte presión al introducir la aguja de biopsia.
El paciente puede sentir un dolor agudo, sordo y momentáneo cuando la aguja atraviesa el hueso (ya que éste no puede ser anestesiado).
Puede administrarse un sedante al paciente para una mejor tolerancia del procedimiento.
Después del procedimiento el paciente puede experimentar cierto dolor de la zona que generalmente cede en las horas siguientes con la ayuda de analgésicos habituales.

Riesgos del estudio
·     Hematoma local en la zona de la punción
·     Sangrado en la zona de punción
·     Infección local o del hueso biopsiado (poco frecuente en condiciones de asepsia)

Contraindicaciones
El paciente debe informar a su médico antes de realizar el estudio en caso de:
·     Problemas de coagulación de la sangre
·     Toma de medicación, especialmente de anticoagulantes orales o subcutáneos.

Razones por las que se realiza el estudio
Tanto la biopsia como el aspirado de la médula ósea son pruebas diagnósticas ampliamente conocidas y utilizadas en el campo de la Medicina ya que aporta información objetiva muy valiosa para el médico.
Al ser una prueba invasiva, no se realiza como prueba de screening y se reserva para casos muy seleccionados de pacientes con enfermedades de la sangre en los que se sospecha que la médula ósea está afectada como anemias de causa no conocida, tumores de la sangre, metástasis de otros tumores o infecciones severas, entre otras.
Permite decidir diferentes opciones de tratamiento para las diferentes enfermedades de la sangre en función de los resultados obtenidos.

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